¿Tienes Creencias Irracionales? Como identificarlas
“Las personas no se alteran por los hechos, sino por lo que piensan acerca de esos hechos”
Las creencias Irracionales son más comunes de lo que pensamos, constantemente tendemos a realizar suposiciones y a actuar en base a esa suposición.
Identificar nuestras propias creencias irracionales nos permite tener una visión más clara de la realidad, y eliminar factores negativos sin fundamento, que obstaculizan nuestro desarrollo.
Las creencias irracionales surgen a partir de una distorsión cognitiva de la realidad. Son un conjunto de ideas sin fundamento real, que llevan a la persona a generar pensamientos automáticos y negativos.
¿A que nos referimos con distorsión cognitiva?
Se trata de pensamientos equivocados, que resultan de interpretar los hechos en consecuencias negativas.
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Características de las creencias irracionales
- Creencias ilógicas, o carentes de fundamento.
- Creencias inflexibles, determinadas y absolutistas.
- Generan reacciones emocionales impulsivas y desproporcionadas.
- Obstaculizan al sujeto para alcanzar sus objetivos.
Racionalizar lo irracional
Las creencias irracionales son realmente interesantes. Resultan muy curiosas las distintas formas en que interpretamos la realidad, basándonos en nuestros propios supuestos. Todo el tiempo sacamos conclusiones basadas en nuestra propia interpretación de los hechos, y luego analizamos esas conclusiones como si fueran eventos reales. De esta forma nos convencemos a nosotros mismos sobre cosas que en realidad no tienen fundamento o que incluso nunca sucedieron.
Este modo distorsionado de percibir la realidad da lugar a creencias irracionales sumamente variadas, algunas son creencias basadas en preconceptos, o exigencias personales, pero otras parecen sacadas de los X Men, con individuos con la capacidad de leer la mente o predecir el futuro.
La lista de creencias irracionales es muy extensa, motivo por el cual las vamos a dividir en grupos y analizarlas en diferentes entradas.
Distorsiones cognitivas – Primer Grupo
Razonamiento Emocional:
En este caso el individuo forma sus propias opiniones en base a las emociones que experimenta, producto de la situación que enfrenta. Es decir, no actúa en base a lo realmente está viviendo, sino que reacciona en base a los sentimientos que le provoca esa situación.
Un razonamiento emocional sería por ejemplo, cuando un individuo concluye que si sube a un ascensor va a quedar atrapado, pero dicha conclusión es producto de su temor al encierro, y no de un análisis real de la situación, como podrían ser las condiciones o la antigüedad del ascensor.
Este tipo de creencias condicionan al sujeto, y evitan que realice ciertas actividades, reduciendo su espacio del mundo y alejándolo de diversas posibilidades y oportunidades.
Comparación:
La comparación se trata de compararse con los demás, llegando a la conclusión de ser menos. Es decir, pensar que las cosas de los demás siempre son mejores, o simplemente que los demás son mejores que nosotros.
Este tipo de comparaciones pueden darse en cualquier ámbito y a cualquier edad, pero son creencias más comunes en los niños o adolescentes.
La mayoría son comparaciones como las siguientes: "su pelota es mejor que la mía", "su pelo es más lindo que el mío", "el auto de mi vecino es mejor que el mío".
Como vemos en éstas comparaciones no existen datos reales, se trata de conclusiones puramente subjetivas. Por ejemplo, al asegurar que el cabello de mi amiga es más lindo que el mío, estoy poniendo mi propia valoración para exponer algo como cierto. Si preguntara a diferentes personas, que cabello es más lindo, las respuestas serían variadas y contradictorias, ya que se trata de una opinión subjetiva y no de un hecho concreto.
Este tipo de razonamiento llevan al individuo a no valorarse a sí mismo, y a cortar o disminuir su propio desarrollo tanto personal como profesional.
Catastrófico:
Este caso ingresa en la categoría de los X Men, ya que los individuos con éstas creencias parecen tener la capacidad de ver el futuro, pero lamentablemente siempre ven un futuro negativo.
Un individuo con creencias catastróficas evalúa cada situación con el peor resultado posible, es decir siempre cree que las cosas saldrán mal.
Por ejemplo, si conduzco voy a chocar, si la invito a salir se burlará de mí, si pido un ascenso mi jefe se enojará y perderé el trabajo, etc.
Este tipo de creencias, al igual que en el caso anterior le impiden al individuo crecer y probar cosas nuevas, reducen su mundo a lo conocido, cerrándose a cualquier posibilidad, ya que al pensar que las cosas resultarán mal, ni siquiera lo intenta.
Personalización:
Aquí aparece la capacidad de leer la mente, porque no se entiende de que otro modo podemos saber que piensan los demás, salvo que efectivamente les preguntemos, pero por alguna extraña razón nunca lo hacemos.
La personalización es una creencia irracional muy común, pero que puede ocasionarnos mucha incomodidad. Personalizar es asumir que ciertos o hechos o reacciones de los demás son referidas a uno, aún cuando no tenemos pruebas o argumentos para pensar o asumir eso.
En otras palabras, personalizar es pensar que los demás actúan o hablan en base a algo que tiene que ver con nosotros, y siempre con una connotación negativa.
Por ejemplo, ante un grupo de compañeros de trabajo que están riendo, asumo de inmediato que se están riendo de mí. Probablemente has dicho o escuchado frases como ¡seguro está hablando de mí! ¡seguro no le caigo bien! ¡debe estar riéndose de mi!.
Este tipo de creencias nos generan duda e incomodidad, nos hacen sentir expuestos y juzgados, pero también nos llevan a sacar conclusiones erróneas y juzgar a los demás. Éstas creencias nos llevan a crear malos entendidos, distanciamientos, roces y conflictos con los demás, y todo sobre la base imaginamos, pero que en realidad nunca sucedió.
Etiquetado:
Este punto se refiere a etiquetarse a sí mismo o a los demás de modo peyorativo. Por ejemplo, ¡que fea que soy! Este tipo de pensamientos llevan a las personas a menospreciarse y menospreciar a otros.
Con esta clase de pensamientos las personas pueden por un lado desarrollar baja autoestima o actuar en base a una idea incorrecta de sí mismo, por ejemplo, al creer que soy fea, no me presentaría nunca para una campaña publicitaria. Y por otro lado, pueden generar conflictos, al no tomar conciencia de que esas etiquetas peyorativas que colocamos en los demás, pueden provocar daños emocionales en la persona etiquetada, por ejemplo “el gordo de la oficina”.
Las personas somos seres muy peculiares, nuestra mente es algo muy curioso y nuestras emociones simplemente son de otro nivel, por lo que nuestro modo de procesar e interpretar la realidad, puede ser muy disparatada, y tratar de entendernos es una tarea titánica, pero les aseguro vale la pena el esfuerzo.
Al reconocer nuestras propias creencias irracionales, podemos intentar mirar las cosas desde otro punto, y así mejorar nuestra relación con nosotros mismos y con los demás.
Como vemos las distorsiones cognitivas son diversas y como ya mencioné muy curiosas. ¿Alguna les resulta familiar? ¿Se identifican con alguna de ellas?
La mayoría de las personas caemos en estos pequeños engaños de nuestra mente en algún momento, y claro no somos conscientes de ello, pero al poder identificarlos podemos cambiar esos pensamientos, especialmente cuando se han convertido en un hábito.
Hasta aquí esta serie de distorsiones cognitivas, continuaremos con la lista en futuras entradas.
Hasta el próximo viaje…
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